Los ascensores forman parte del día a día de todos por lo que representan un transporte de un inmenso valor para una comunidad o un edificio público. Ambos lugares donde se requiere la agilidad y precisión de un transporte vertical en excelentes condiciones.
Contar con un ascensor no solamente implica un movimiento continuo, sino que también una responsabilidad en cuanto a su mantención y limpieza tanto por adentro (botonera) o por afuera (foso), con el objetivo de que se garantice una experiencia segura en su interior.
No hay que olvidar que el transporte vertical puede tener cientos de pasajeros por día y que muchos de ellos se suben más de una vez, por lo cual es un espacio común que debe estar en perfectas condiciones.
Un ascensor es una estructura mecánica compleja compuesta por un cuarto de máquinas, tablero, cabina, contrapeso, motor, puertas, y otros elementos que en conjunto permiten que el elevador pueda ejecutar su acción de subir y bajar de un piso a otro de forma periódica y constante.
Puede que la máquina no presente una seguidilla de problemas comunes pero si existen algunos totalmente identificables como que fallen las puertas, quedando trabadas, que se detenga de forma demasiado brusca o pueda fallar algún sensor de movimiento.
Otro aspecto sumamente importante es la pulcritud del equipo que es un tema que se puede apreciar con frecuencia, puesto que no todos saben realizar una correcto limpieza del transporte vertical, pudiendo ver manchas en el tablero o espejos más sucios. Una acción que es prudente realizar de mañana y tarde para además generar una buena impresión del lugar.
No hay que perder de vista que mantener el equipo limpio, sobre todo el piso puede evitar accidentes como un resfalón de un pasajero.
Y es que un elevador no puede presentar ningún tipo de problemas, ya que se si encuentra parado puede perjudicar el correcto funcionamiento de una comunidad o del proceso de trabajo de una oficina, por ejemplo.
En resumidas cuentas, la mantención de ascensores también implica una correcta limpieza e higienización del equipo, de modo tal de que su uso pueda ser de continua y segura para el usuario.
Con todo, el ascensor es una estructura compleja e indispensable en el andamiaje de un edificio, siendo además sinónimo de modernidad y responsabilidad con el usuario.